Dr. Bernabeu: «La fabricación de Ozempic se ha visto superada por un uso fuera de sus indicaciones»
"La AEMPS y las diversas consejerías de sanidad de las CCAA establecieron medidas para intentar asegurar al menos el suministro continuado a los pacientes diabéticos"
En primer lugar los tumores hipofisarios no son cánceres, normalmente son tumores benignos (aunque pueden ser agresivos)
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En los últimos años se está trabajando para que la obesidad sea considerada como enfermedad y son muchos los tratamientos que se han implementado para abordar esta patología. En el último año, y tras comprobar que un medicamento para la diabetes, ozempic, podía servir para disminuir el apetito, las redes sociales no han escatimado esfuerzos por difundir unas bombades que han chocado de frente con un desabastecimiento que ha perjudicado a los diabéticos. Un cruce farmacológico de doble sentido que está arrastrando una gran polémica en España.
Por otra parte, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) ha cifrado en entre un 10% y un 15% la población que padece un tumor hipofisario, aunque ha aclarado que el número de casos con repercusión clínica significativa y que precisan tratamiento médico o quirúrgico es de entorno a los 5 casos por cada 100.000 habitantes al año. Estos temas de actualidad y otras consideraciones de interés dentro de la endocrinología y la nutrición serán respondidas en OKSALUD por el presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y Médico Especialista en Endocrinología y Nutrición del Complejo hospitalario universitario de Santiago de Compostela, doctor Ignacio Bernabeu.
Pregunta.-En las últimas semanas, las farmacias españolas han vuelto a encontrarse desabastecidas del medicamento Ocempic para diabéticos, porque entre otras cosas, se prescribe para casos de obesidad, ¿qué alternativas tienen los pacientes ante para suplir este tratamiento?
Respuesta.- Las incretinas (péptido similar al glucagón tipo 1 o GLP-1 y péptido insulinotrópico glucosa dependiente o GIP) son hormonas producidas en el intestino en respuesta a la ingesta de alimentos. Regulan la motilidad del sistema digestivo, el metabolismo de la glucosa y producen sensación de saciedad y, por tanto, disminución del apetito. La semaglutida (Ozempic 0,25, 0.50 y 1mg) es un fármaco análogo de GLP-1, su administración (por inyección subcutánea semanal) reproduce los mismos efectos de la hormona natural. Su uso está aprobado por las agencias reguladoras (agencia europea del medicamento -EMA y agencia española de medicamentos y productos sanitarios- AEMPS) y comercializada para el tratamiento de pacientes con diabetes mellitus tipo 2 y obesidad en los que el tratamiento con cambios de hábitos de alimentación y de ejercicio y con otros fármacos no permite alcanzar un buen control de la diabetes mellitus.
El tratamiento es, en general, bien tolerado, mejora significativamente el control de la diabetes con muy escaso riesgo de hipoglucemia y además facilita la realización de dieta y la pérdida de peso.
Efectivamente, desde hace ya bastantes meses hay un problema de desabastecimiento de Ozempic, probablemente debido a la existencia de una sobre demanda de este fármaco para su uso, fuera de ficha técnica, para el tratamiento de la obesidad. Este exceso de demanda ha superado las previsiones que el fabricante realizó respecto a las unidades necesarias para el tratamiento de pacientes con diabetes mellitus tipo 2.
Este problema de suministro ha sido global, no sólo en España, y fue comunicado precozmente por el fabricante a las autoridades sanitarias. La AEMPS y las diversas consejerías de sanidad de las CCAA establecieron medidas para intentar asegurar al menos el suministro continuado a los pacientes diabéticos que ya estaban recibiendo el fármaco. Pero incluso este objetivo no siempre ha sido posible alcanzarlo.
Afortunadamente, la semaglutida también está comercializada en una presentación de administración diaria por vía oral que no tiene problemas de suministro. Muchos pacientes diabéticos que recibían Ozempic subcutáneo han tenido que cambiar, bajo control médico, a la presentación oral con eficacia y seguridad similar a la subcutánea.
Existen otros fármacos análogos de GLP-1 de administración subcutánea comercializados para el tratamiento de la diabetes (liraglutida hasta 1.8 mg, dulaglutida hasta 1,5mg) y también de la obesidad (liraglutida 6 mg). Todos ellos han tenido, con mayor o menor intensidad, problemas similares de desabastecimiento.
P.-Sin embargo, parece poco comprensible una situación de tal vulnerabilidad para un medicamento tan demandado y tan asentado en el mercado farmacéutico.
R.-Los análogos de GLP-1 reducen el apetito y por ello facilitan realizar las modificaciones dietéticas que llevan a la pérdida de peso. Hay un análogo GLP-1 de administración subcutánea diaria comercializado para la indicación obesidad (Liraglutida 6mg).
La obesidad es una enfermedad muy prevalente, cada vez más frecuente y asociada a múltiples complicaciones de salud. Hasta el desarrollo de los análogos de GLP1 no disponíamos de ningún tratamiento médico eficaz. El único fármaco comercializado con indicación, bajo prescripción médica, para el tratamiento de la obesidad es la liraglutida 6mg/ml que junto a cambio de hábitos facilita del mismo modo que el Ozempic la pérdida de peso. Esta presentación ha tenido problemas puntuales de suministro pero menos acusados que en el caso del Ozempic Liraglutida 6mg/ml no está financiado en ningún caso por la sanidad pública, requiere de administración subcutánea diaria y es caro (más del doble que el Ozempic 1mg). Este hecho, junto a la difusión de supuestos efectos “casi mágicos” de Ozempic en redes sociales por diversos influencers, ha generado un aumento del uso inadecuado de este fármaco fuera de las indicaciones de ficha técnica y de control médico, generando el desabastecimiento.
Debe destacarse que la semaglutida a dosis de 2.4 mg ya ha sido aprobada por la EMA y la AEPMS para el tratamiento de la obesidad y del sobrepeso con ciertas complicaciones asociadas. Esta presentación no está aún comercializada es España.
Están en diversas fases de desarrollo nuevos fármacos incretínicos de segunda generación que prometen ser muy eficaces para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y de la obesidad.
P.- Al final doctor, un fármaco salva vidas y no se debe de privar a un paciente de este beneficio por motivos que no sean de salud, ¿qué le sugiere?
R.- Obviamente no se debe privar a ningún paciente del tratamiento farmacológico que le resulte necesario para mejorar su calidad de vida, su sintomatología, evitar las complicaciones derivadas de su enfermedad o para mantener un buen pronóstico vital. Sin embargo, es relativamente frecuente, al menos en los últimos años, los problemas de desabastecimiento de fármacos más o menos esenciales para los en la mayoría de las ocasiones existen alternativas -en el caso del que estamos hablando, del mismo fármaco en administración oral- y en otros casos de fármacos con efecto similar.
En el caso de Ozempic la previsión de ventas y de fabricación basada en una estimación del número de pacientes diabéticos candidatos al tratamiento se vio ampliamente superada por una utilización del fármaco, fuera de sus indicaciones en ficha técnica, para tratamiento de la obesidad.
P.- En estos casos Sanidad es clara. Se pide la prescripción médica de Ozempic únicamente para su uso autorizado que son pacientes con diabetes tipo 2 y una obesidad con un IMC por encima de 30. Es decir, no es problema médico de prescripción.
R.-Efectivamente, la indicación de Ozempic está claramente detallada en la ficha técnica. Probablemente en breve se solucionarán los problemas de suministro y se comercializará la presentación de semaglutida 2,4 mg para la indicación obesidad.
El tratamiento de la obesidad y de la diabetes siempre debe realizarse bajo control y seguimiento médico, idealmente en unidades especializadas de los servicios de Endocrinología y Nutrición, de carácter multidisciplinar y multinivel, mediante la colaboración de diversos profesionales (médicos, enfermería, dietistas, nutricionistas, educadores físicos, etc.) en un modelo de atención compartida entre especializada y primaria.
P.- Hemos sabido que en unos meses saldrá al mercado un nuevo medicamento dirigido exclusivamente para tratar la obesidad, ¿cree que puede ser esta la causa de que se use el desabasteciendo como fórmula de marketing?
R.-En ningún caso pensaría algo similar. Se trata de un problema real de capacidad de producción y de exceso de demanda a la que además se añade un factor adicional de crisis de los suministros necesarios para completar el proceso de fabricación.
Se trata de empresas serias que además están sometidas a la inspección de múltiples instituciones reguladoras.
P.- ¿Qué tratamientos se vislumbran en el futuro para ambas patologías?
R.- El análogo incretinico de segunda generación, biagonista sobre GLP-1 y GIP (Tirzepatida), ofrece ventajas sobre los de primera generación. Ya ha sido aprobado su uso en diabetes y en obesidad por las agencias reguladoras europea y española y ya está comercializado en algunos países europeos.
Hay múltiples fármacos en diversas fases de desarrollo para el tratamiento de la obesidad y de la diabetes mellitus
P.- Como especialista en tumores de hipófisis, ¿en qué punto se encuentra la incidencia de estos cánceres en España?
R.-En primer lugar los tumores hipofisarios no son cánceres, normalmente son tumores benignos (aunque pueden ser agresivos) y es excepcional la presencia de un carcinoma hipofisario.
En cuanto a su incidencia, no existen datos españoles que permitan evaluar los cambios en su incidencia o en su prevalencia con el paso de los años. Los datos de incidencia (número de nuevos casos anuales por 100000 habitantes) y de prevalencia (número total de pacientes afectados por la patología en un momento determinado por 100.000 habitantes) son variables dependiendo de la fuente consultada y del procedimiento por el que se llegue al diagnóstico.
En estudios de autopsias de personas fallecidas por patología sin ninguna relación con la hipófisis se detectan adenomas hipofisarios -que fueron asintomáticos en vida- entre el 10 y el 15% de los individuos. Por otro lado, en estudios de resonancias magnéticas realizadas por cualquier tipo de patología neurológica se detectan imágenes compatibles con adenomas hipofisarios en alrededor del 20% de los casos.
En cuanto a adenomas hipofisarios con expresividad clínica, se considera que su incidencia es entre 4 y 7 nuevos casos por 100.000 habitantes año y que su prevalencia está en torno a 75-90 casos por 100.000 habitantes. No hay ningún dato que permita sospechar la existencia de diferencias en la población española
P.- ¿Hay avances destacados para su tratamiento?
R.- Los tumores hipofisarios constituyen un grupo heterogéneo de diversas entidades, desde los llamados tumores no funcionantes es decir sin secreción hormonal a los tumores que segrega cantidades excesivas de una o más hormonas. En general, sí que puede considerarse que existen ciertos avances en el tratamiento de todos los tumores hipofisarios, tanto avances en el manejo quirúrgico como avances en el tratamiento médico o en el tratamiento con radioterapia